Hoy 31 de mayo, cerramos el mes de María. Un mes que para nuestro Centro tiene un valor y un significado muy especial. Y es que la Virgen es, para nosotros y nosotras, un pilar importante sobre el que nos apoyamos.
Han sido 31 días de muchas actividades y dinámicas para homenajear a nuestra Madre del cielo: Desde oraciones conjuntas a primera hora de la mañana a ofrecerle a María flores decoradas; nuestros chicos y chicas han contribuido a darle a la Virgen un papel protagonista.
Hoy, para clausurar el mes de María, hemos ido a la Parroquia a celebrar la Eucaristía de final de curso. Una jornada que ha ido maravillosamente bien: oraciones, música, cantos y emoción han estado presentes desde el principio hasta el final.
Ha sido una celebración agridulce: por un lado, celebramos a nuestra Madre, por otro lado, para nuestros alumnos y alumnas de 4ºESO significa su última Eucaristía porque terminan su etapa con nosotros.
Con esta celebración conjunta, nos disponemos a ir poniendo fin a este curso 2022-2023. Un último esfuerzo a las puertas del verano.
La Purísima celebra el día 5 de julio el Día Mundial del Medio Ambiente con una actividad que mezcla familias y comunidad educativa con un fin solidario
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, nuestro Centro celebra una jornada solidaria uniendo familia y centro educativo. Esta celebración tiene un fin solidario: recaudar fondos para la ONG más importante de las Hijas de la Caridad, MISEVI (Misioneros Seglares Vicencianos) y su proyecto “Flores y plantas para una vida libre sin violencia”. Este proyecto tiene como destino ayudar a que las mujeres que sufren violencia de género en la región de Sacaba (Bolivia) tengan un futuro libre e independiente.
Para sensibilizar y concienciar a nuestro alumnado, María, nuestra responsable de Pastoral, presenta el proyecto y su finalidad. Queremos animar a nuestras familias a aportar la riquísima tortilla que podremos degustar ese día junto a una saludable ensalada y un botellín de agua. Con vuestra aportación solidaria, entraréis en el sorteo de algo muy especial que sabemos que os va a gustar ¿Queréis saber qué es? Ese día lo descubriréis.
Os dejamos aquí el enlace a la web de MISEVI para que investiguéis más sobre el proyecto solidario que hemos elegido para conmemorar ese día.
Hoy, 9 de mayo toda la comunidad educativa de la Purísima se une a la gran alegría de nuestras hermanas y todas las Hijas de la Caridad del mundo porque hoy celebramos Santa Luisa de Marillac, nuestra fundadora.
Queremos empezar este día, como ha dicho nuestra responsable de Pastoral en la oración de la mañana, dando gracias a Dios por las obras que realizó a través de ella en los más necesitados y por todos los dones y cualidades que derramó sobre Santa Luisa. Sus enseñanzas y forma de vivir son ejemplo y enseñanza de cómo ser mejores personas y mejores cristianos. Nos abre los ojos y el corazón a saber servir y amar a Jesucristo en las personas a las que ella depositó su cariño, devoción, dulzura y respeto.
En un mundo lleno de confusión, contradicción; en un mundo donde hay dolor, sufrimiento, descalificación, pesimismo y preocupaciones; nuestra oración tiene que ensancharse y recibir a Santa Luisa como una potente intercesora. Ella que acogió a Dios dentro de su corazón a Jesús y la transformó llenándola de caridad, valentía, generosidad y compasión.
En un día como hoy, nuestras hermanas y las Hijas de la Caridad nos invitan a tener a Santa Luisa como ejemplo de vida y nos animan a enfrentar directamente nuestros problemas sabiendo que contamos con su intercesión poderosa ante Dios.
Hace más de dos mil años, una joven de Nazaret recibió una visita con un mensaje que cambiaría la Historia de nuestro mundo. Esa joven se llamaba María y el mensaje que recibió del Arcángel Gabriel fue que Dios la había escogido para concebir en su vientre a su Hijo. María al escuchar ese mensaje sólo dijo una cosa… “Sí”.
En 1633, Santa Luisa de Marillac junto a un grupo de mujeres repitieron en París la misma respuesta de María ante la llamada de Dios… “Sí”. Con ellas y junto a ellas se vio el amor de Cristo en el mundo.
Desde ese año, cientos de miles de mujeres escogen el día de la Encarnación para volver a decir “Sí” al Señor. En más de 93 países de los cinco continentes estas más de 21.000 valientes mujeres se dedican a atender a los más necesitados con humildad, sencillez y caridad. El día 25 de marzo, las Hijas de la Caridad celebran ese día que escogió la madre fundadora para reafirmar su compromiso con Dios. Por eso, todas las hermanas volverán a repetir “Sí” en un acto libremente realizado y siempre inspirado por Él, un acto que las caracteriza sólo a ellas.
La Purísima también tiene entre sus muros un pedacito de ese cielo y en este día en el que renuevan sus votos sólo podemos pedir por ellas a Dios para que las cuide y las proteja y afiance su voluntad de responder a su vocación. Por toda esa vocación de servicio, hemos querido tener un detalle muy personal con ellas. Cada aula ha plasmado en un dibujo los valores vicencianos que hemos colocado en la primera página de un cuaderno que les hemos regalado para que escriban en él sus vivencias y pensamientos. Ese cuaderno ha sido adquirido en la Cocina Económica que también forma parte de la familia vicenciana. “Un regalo de ellas y para ellas”.
Por todo lo que hacéis y seguís haciendo por nosotros, por toda la ayuda, la escucha, la implicación y vuestra dedicación; por ser como sois, hermanas, queremos deciros en nombre de toda la comunidad educativa, GRACIAS.
¡Feliz día de la Encarnación! ¡Feliz día del Sí de las Hermanas!
Con motivo del Día escolar de la No violencia y la Paz celebrado el día 27 de enero, la Purísima ha querido hacer una demostración a favor de este día con un acontecimiento especial, llamativo y muy visual.
Por medio de un trabajo cooperativo a gran escala, se ha creado un mural de grandes dimensiones realizado con cajas con dos caras: una primera, con una gran paloma de la paz dibujada en el centro y decorada con las manos de nuestros alumnos y alumnas; y una segunda, con los 16 valores vicencianos acompañados, nuevamente, de manos.
La esencia del acto fue la cadena humana que realizamos toda la comunidad educativa desde el Colegio hasta las pistas deportivas y plaza junto a la calle Duque de Ahumada y los ascensores que llevan a calle Castilla. Todos juntos y unidos fuimos pasando cada caja, trasladando nuestro mensaje y nuestros valores desde nuestro centro hasta el sitio seleccionado, la calle, para, después, construir nuestro mural gigante.
El día fue absolutamente maravilloso, no sólo porque el tiempo nos acompañó sino porque, también, tuvimos la compañía de muchas de nuestras familias y espectadores que transitaban la calle y se acercaban a ver qué pasaba. Fue una jornada llena de símbolos y fraternidad y también de reivindicación: Paula Laforga, en nombre de 4ºESO y del Colegio leyó un manifiesto en favor de la Paz y la No violencia cargado de fuerza, sentimiento y sentido común. Os invitamos a deteneros un rato y leerlo, es una delicia y una maravilla.
Manifiesto del día de la Paz
Los valores Vicencianos están presentes en el colegio Purísima Concepción. Siguiendo el ejemplo de San Vicente y Santa Luisa, tratamos de cumplir con nuestra misión de hacer de éste un mundo más justo en el que la sociedad sea sensible y solidaria a las necesidades ajenas. Este curso 2022-2023 estamos trabajando el valor de la Paz.
La paz es amar, la paz es ayudar, la paz es felicidad y todos la podemos alcanzar. La paz no es pegar ni insultar, de todo ello nos tenemos que olvidar, la paz hay que buscarla y alcanzarla y todos juntos podemos lograrla.
En estos mismos instantes el mundo se enfrenta a varias guerras y conflictos armados en diferentes lugares del planeta. Y la pregunta es ¿qué podemos hacer nosotros para lograr un ambiente de paz en nuestro alrededor? Lo más importante es estar en paz con nosotros mismos, ya que la realidad es que cada uno de nosotros reflejamos lo que llevamos en nuestro interior. Como decía Ghandi, un claro ejemplo de paz y amor, “La persona que no está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero”. Cuando uno está en paz consigo mismo empieza a ver el mundo de forma distinta y se hace intolerante a las injusticias que puedan estar pasando en su entorno más cercano. Si vemos a algún compañero/a que está batallando por hacer amigos, o que está siendo molestado porque no los tiene, por ser tímido o por cualquier otra situación ¡nos tenemos que hacer presentes! saludándole, sonriéndole por los pasillos, impidiendo que le molesten. Nunca sabemos por lo que un compañero/a puede estar pasando. ¡Nuestra amabilidad puede hacer una gran diferencia en la vida de alguien! Ya basta de cuando vemos a los más pequeños pegarse, mirar hacia otro lado con la excusa de “solo están jugando”. Tenemos la responsabilidad de enseñarles que pegarse e insultarse entre ellos no es una forma de divertirse. Ya basta de ridiculizar a nuestros compañeros delante de todos, de comentarios hirientes, insultos, peleas, agresiones, malas miradas, provocaciones y de inventarse falsos rumores.
Como decía John Lennon en la canción Imagine “Imagina a todas las personas, viviendo una vida en paz… Podrás decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros, y el mundo será uno solo.” Pues nosotros somos soñadores, soñamos con un entorno sin violencia y sin faltas de respeto. Por suerte, este sueño depende de todos nosotros y juntos podemos hacerlo realidad.
¡FELIZ Y REFLEXIVO DÍA ESCOLAR DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ!
ALUMNADO 4ºESO
Queremos finalizar esta noticia dejándoos un vídeo que hemos elaborado para que podáis ver el proceso y el resultado de este día tan maravilloso. Deseamos que os guste y emocione porque, como hemos podido escuchar entre los asistentes, ha sido un acto que no ha dejado indiferente a nadie.
Hoy, 29 de noviembre celebramos el aniversario de la fundación de la Compañía de las Hijas de la Caridad.
El día 29 de noviembre de 1633, San Vicente de Paul y Santa Luisa de Marillac fundaban en Francia la Compañía de las Hijas de la Caridad, una sociedad de mujeres con un objetivo: dar su vida al cuidado de los más necesitados de la sociedad.
Su fundadora, Luisa de Marillac después de enviudar y con la inspiración de Vicente de Paul decide entregar su vida en favor de los pobres viajando por toda Francia organizando y creando cofradías de caridad hasta que el 29 de noviembre de 1633 crea junto a Vicente de Paul la Compañía.
La Compañía rápidamente se extendió por todo el mundo y aquí, en Santander tenemos una buena representación. El Colegio y su comunidad educativa, quiere poner en valor vuestra labor porque sois un ejemplo de respuesta y compromiso, de vida y dedicación. Sois las manos que abrazan sin mirar nombres, apellidos o condiciones. Para nosotros, sois el pulmón espiritual y el reflejo del amor divino que va más allá de cualquier realidad.
Gracias por vuestro testimonio, por vuestra atención y consejo, por vuestro horario sin reloj, por vuestras oraciones que tanto nos ayudan a vivir y educar. Gracias porque en vuestra pequeñez encontramos lo que necesitamos y aquello que buscamos. Que Dios, nuestro Padre, os cuide y os proteja, os de una larga vida y ayude a ser, cada día, unas excelentes representantes de la Hijas del a Caridad en Santander.
“¿Qué nuevo triunfo cantan hoy los cielos? ¿Qué nuevo aplauso los santos tributan? ¡La luz del Clero, el Padre de los Pobres brilla en la Gloria!”
La familia vicenciana está de enhorabuena y grita al mundo entero su alegría. Hoy, 27 de septiembre, nos unimos para conmemorar la festividad de la misión y de la caridad.
Celebramos la festividad de nuestro patrono y nuestro guía, San Vicente de Paul. Un hombre dedicado en cuerpo y alma a los más necesitados de la sociedad, los pobres. Un hombre que demostró un amor sin medida, sincero y desinteresado. Un hombre que luchó por la Paz y la concordia de los pueblos. Un hombre que legó su testimonio de vida para ser la luz del camino.
Todos los que formamos parte de la familia vicenciana debemos sentirnos orgullosos porque en el cielo tenemos un intercesor como San Vicente de Paul, un santo proclamado por sus fieles como un “Padre y Amigo”
En un día como hoy, queremos dar gracias a San Vicente de Paul por ensanchar nuestros corazones y prepararnos para acoger a los demás. Tenemos que agradecer el don que recibimos para formar a mujeres y hombres en educación y libertad. Hay que dar gracias por un testimonio de Fe tan grande que sirve como bandera en la Paz, el Amor, la Amistad, el Respeto y la Caridad.
Hoy la familia Vicenciana le pedimos a nuestro fundador que, como en el cántico de acción de gracias, tome nuestra vida y la haga de nuevo para poder ser un vaso nuevo y le pedimos que nos de valor para poder mirar como él y construir un mundo donde no exista ni tristeza, ni lágrimas, ni dolor, ni injusticias; sino alegría, esperanza, tranquilidad y justicia.
¡Gracias por tanto San Vicente!
Alumnado de InfantilAlumnado de 1º, 2º y 3º de PrimariaAlumnado de 4º, 5º y 6º de Primaria y alumnado de Secundaria
Llega a la Purísima un curso nuevo lleno de ilusión, proyectos y ganas de aprender. Durante estos dos días, nuestro Colegio ha abierto sus puertas para recibir y dar una calurosa bienvenida a nuestro alumnado: ayer lo hacían Infantil y Primaria y hoy los más mayores, Secundaria.
Después de dos meses de verano, toca volver a las aulas con las pilas cargadas. Para algunos de nuestros alumnos/as, este curso significa el inicio de una nueva etapa y están nerviosos y expectantes. Desde el Centro los acompañaremos en este viaje para que lo aprovechen al máximo.
Queremos dar la bienvenida a aquellas personas, estudiantes o docentes, que se incorporan a nuestro Centro por primera vez, esperemos que encontréis en nuestra comunidad educativa todo el apoyo, la cercanía y el cariño necesarios para vuestro proceso de adaptación y que juntos consigamos hacer crecer esta familia educativa.
La jornada ha transcurrido con total normalidad y con una novedad llamativa con respecto al curso anterior, no ha habido ningún tipo de restricción sanitaria. Esto nos ha dado la posibilidad de volver a vernos las caras y darnos cuenta de que debajo de las mascarillas se escondía una sonrisa.
Os deseamos la mayor de las suertes ¡A por el nuevo curso!
Durante este mes de mayo en nuestros centros hemos estado recordando a María. En torno a ella nos hemos reunido en el patio, en las clases o en la capilla para dar Gracias a Dios por este regalo que es ella, María, nuestra Madre que nos cuida, que está siempre con nosotros y nos anima en nuestras dificultades diarias.
Queremos dar gracias a María, nuestra Madre del cielo, por nuestros colegios vicencianos, por nuestra comunidad educativa, por la Madre Tierra, por la naturaleza que nos rodea y las flores que alegran nuestra vida, regalos del cariño que Dios y Ella misma nos tienen.
Gracias, María, por estar presente en nuestras vidas, por ser guía, madre y modelo de fe. Dice el Evangelio de Lucas “¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!” Gracias, María, por concebir en tu vientre a Jesús, hijo del Padre, el que iba a salvarnos y perdonar nuestros pecados. Gracias por ayudarnos a conocer el valor del año, el Amor.
Hoy, 2 de marzo, la Iglesia universal comienza de forma conjunta el tiempo litúrgico de la Cuaresma, un tiempo que Jesús aprovecha para invitarnos a la conversión y a estar cerca de Él. Siguiendo esa invitación y en el contexto de que la situación sanitaria ha mejorado en nuestra Comunidad Autónoma el Colegio ha retomado una práctica muy especial para nosotros y que fundamenta nuestra propia existencia. El alumnado de 5º y 6º de Primaria y de 1º, 2º, 3º y 4º de la ESO se ha desplazado a la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, a escasos metros de nuestro Colegio, para iniciar esta andadura de cuarenta días en la que todos y todas nos vamos a preparar para la gran fiesta de la Pascua. Es un tiempo en el que se nos pide que reflexionemos de nuestras acciones, aprendamos de nuestros errores y cambiemos nuestra vida para poder ser mejores y, de esa forma, estar más cerca de Jesús.
El silencio, la escucha, el respeto y el compromiso han sido los motores de esta celebración conjunta que hemos vivido de forma activa en la Parroquia con la participación de algunos de nuestros alumnos y alumnas en la lectura de la Palabra de Dios y también de María de los Ríos (profesora) y Sor Reme (representante de nuestra comunidad de Hermanas de Hijas de la Caridad) en el momento de la imposición de la ceniza.
Un momento que nos ha devuelto la alegría de volver a visitar como Colegio la casa de Jesús y de esa forma compartir nuestro tiempo con Él, algo que echábamos de menos.
La celebración de la Cuaresma de hoy nos trae tres pilares: oración, ayuno y abstinencia. Tres aspectos que van de la mano y tienen que marcar nuestros días para conseguir un cambio en nuestras vidas. La oración, la escucha de la Palabra de Dios, el contarle a Jesús nuestras cosas, el pedir a Dios por nuestros hermanos y por nosotros mismos. El ayuno, no podemos reducirlo a dejar de comer y entenderlo de esa forma; el ayuno es dejar de hacer algo por dárselo a los demás. En un mundo inundado por la tecnología una buena forma de ayunar sería dejar de jugar a videojuegos y hablar con nuestros padres y amigos. Ayunar es sencillo y nos acerca más al prójimo y a Dios. Y la abstinencia, no es únicamente dejar de comer carne un viernes, es también llevar a cabo un acto de caridad, pensar en el que lo necesita. Una forma de practicar esa abstinencia puede ser ese café que nos tomamos cada día en una cafetería no tomarlo y guardar su valor para dárselo al necesitado. Desprendernos de nosotros mismos para tomar conciencia de la necesidad de nuestros hermanos. Es decir, practicar la Caridad.
Sencillos pasos que nos acercan y nos hace parecernos a Jesús. Por tanto, es un buen momento para luchar por el perdón y la reconciliación fraterna. Es un tiempo ideal para sacar de nuestro interior el odio, el rencor, la envidia, los celos o la enemistad y llenar nuestros corazones del amor de Dios, de su luz y de su calor. La Cuaresma nos enseña, como dice el Evangelio de Mateo, a cargar con nuestra cruz y seguir a Jesús: “El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga” (Mateo 16: 24) Gracias a la Cruz alcanzaremos la gloria de la resurrección.