La próxima semana volvemos a estar de fiesta y tal vez sea la más importante de todas las que celebramos a lo largo del año. El día 8 de diciembre es la Inmaculada Concepción de María, advocación a la que dedicamos el nombre del Colegio.
Todos los años teníamos la costumbre de celebrar una chocolatada en la que reuníamos no sólo a la comunidad educativa del Colegio, también a las familias. Por motivos sanitarios, esta celebración no puede llevarse a cabo porque seguimos inmersos en la situación derivada de la pandemia del COVID-19.
Como Colegio, no queríamos dejar pasar la oportunidad de tener un gesto con nuestros alumnos que recuerde, de alguna forma, a esas celebraciones que tantas ganas tenemos de recuperar. Por lo que hemos celebrado nuestra particular chocolat(in)ada gracias a una dulce participación.
Queremos dar las gracias a la compañía Nestlé por la aportación que hemos recibido en forma de chocolate. Nuestro alumnado ha quedado encantado y ha podido degustar un almuerzo diferente al habitual.
A juzgar por las fotos que hemos podido realizar, los alumnos tienen un rostro de felicidad, y es que… ¿a quién le amargan los dulces?
El sábado 27, la Purísima celebraba la Medalla de la Milagrosa, el domingo 28 celebraba a Santa Catalina Labouré y hoy, 29 de noviembre celebramos el aniversario de la fundación de la Compañía de las Hijas de la Caridad.
El día 29 de noviembre de 1633, Santa Luisa de Marillac y San Vicente de Paul fundaban en Francia la Compañía de las Hijas de la Caridad. Una sociedad de mujeres de vida apostólica con un objetivo claro: dedicarse al servicio corporal y espiritual de los enfermos. Desde ese día, las Hijas de la Caridad también conocidas por el nombre de vicencianas, vicentinas o hermanas paúles han dedicado su vida al cuidado de los más necesitados.
Su fundadora, Luisa de Marillac inspirada por Vicente de Paul decide, una vez que enviuda, encaminarse a realizar obras en favor de los pobres y por esa razón emprenderá viajes para organizar y crear cofradías de caridad por diferentes ciudades de Francia hasta que el 29 de noviembre de 1633 cree junto a Vicente de Paul la Compañía como tal.
La Compañía rápidamente se extendió por todo el mundo y en Santander tenemos una buena representación. Desde el Colegio queremos poner en valor vuestra labor. Vosotras respondéis con creces a las palabras que dijo María el día que le visitó el Arcángel San Gabriel y le dio la buena noticia de que concebiría en su vientre al hijo de Dios: “he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra” (Lc 1:38). Sois un ejemplo de vida y dedicación para un mundo que vive, en ocasiones, dominado por el egoísmo. Sois las manos que abrazan sin mirar nombres, apellidos o condiciones. Para nosotros, la comunidad educativa, sois el pulmón espiritual y el reflejo del amor divino que va más allá de cualquier realidad.
Queremos daros las gracias por vuestro horario sin reloj, por vuestra atención y consejo y por vuestras oraciones que tanto nos ayudan a vivir y educar. Gracias porque en vuestra pequeñez encontramos lo que necesitamos y buscamos.
Que Dios os cuide, os proteja y os de una larga vida como excelentes representantes de la Compañía en la ciudad de Santander.
La Virgen Milagrosa junto a un cartel que muestra las festividades que estamos teniendo
Hoy el Colegio de la Purísima Concepción está de celebración, celebramos dos festividades pilares de nuestra razón de ser y motor de nuestra labor educativa y humana: la Medalla Milagrosa y Santa Catalina Labouré.
Clase de Infantil 4 años
En la noche del 18 de julio de 1830, Catalina, una sencilla Hija de la Caridad de París recibió un signo que se ha convertido en un regalo de Dios al mundo. Ese signo se convirtió en la esperanza de una sociedad azotada por la enfermedad y la desesperación. La Virgen María volvía a poner los ojos en el mundo con un mensaje que actualizaba el Evangelio y pretendía llegar a aquellos que aún no lo conocían. Un mensaje que llega a nosotros cada vez que evocamos a nuestra Madre.
Clase de Infantil 5 años A (izquierda) y clase de Infantil 5 años B (derecha)
Uno de los mensajes que Santa Catalina recibió de la Virgen fue que iban a llegar tiempos difíciles e inestables, de sufrimientos y penas para ricos y pobres sin excepción; pero la Madre dejaba también una puerta abierta a la esperanza: “Venid al pie de este altar. Aquí se derramarán gracias sobre todas las personas que las pidan con confianza y fervor, grandes y pequeños.” La Virgen siempre está pendiente de nosotros y nos ayuda.
Clase de 1º de Primaria A (izquierda) y clase de 1º de Primaria B (derecha)
Aunque la vida traiga con ella momentos de dolor y sufrimiento hemos de confiar en ella porque es signo de vida y esperanz
Clase de 2º de Primaria A (izquierda) y clase de 2º de Primaria B (derecha)
La Virgen dio a Santa Catalina un regalo, una medalla, que sirvió como instrumento de oración. Las personas fueron testigos de esa vivencia y nos dejaron testimonios maravillosos de cómo teniendo entre las manos ese símbolo se derramaban gracias sobre el mundo. Los problemas se hacían pequeños, los sufrimientos se calmaban, la alegría y la esperanza aumentaban. Por esa razón, a ese signo se le llamó Medalla de la Milagrosa. Fue obra de Dios por medio de su Madre.
Clase de 3º de Primaria
Gracias a esa Medalla entendemos las palabras de Santa Catalina: “Ya viene la Virgen. ¡Aquí está!” Todos los que tengan con devoción ese símbolo experimentarán la presencia de María en sus vidas. Recurrir a la Medalla de la Milagrosa es como ir a sacar agua a un pozo que nunca se agota. Un elemento que sacia nuestra sed, hidrata nuestro cuerpo. De la misma manera la Medalla sacia e hidrata nuestra Fe.
Clase de 4º de Primaria A (izquierda) y clase de 4º de Primaria B (derecha)
Tengamos siempre presente a María porque no dejará de derramar su gracia y llenar todo el mundo de luz y de esperanza.
Clase de 5º de Primaria B
Felices fiestas de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y de Santa Catalina Labouré.
Clase de 6º de Primaria A (Izquierda) y clase de 6º de Primaria B (derecha)
… Ruega por nosotros que recurrimos a ti.
Clase de 1ºESO (izquierda) y clase de 2ºESO (derecha)
Clase de 3ºESO (izquierda) y clase de 4ºESO (derecha)
El día 24 de junio la Iglesia universal conmemora la extraordinaria labor misionera por medio de la celebración del día del DOMUND. El papa Francisco nos recuerda que tenemos que abrir nuestro corazón para dejarnos tocar por Dios y pone como ejemplo el trabajo que los misioneros y misioneras hacen por el mundo. Y es que, el espíritu misionero refleja el Amor de Dios con mayúsculas, es un modo de vida de incondicional entrega a los demás.
Hoy hemos tenido el inmenso honor de tener en nuestro Colegio a Sor Pilar, una misionera de la orden de las Carmelitas que lleva cincuenta y siete años dedicada a los más desfavorecidos. De entre sus destinos destacan Filipinas, donde tuvo la mayor parte de su misión, Nigeria y Kenia; entre otros.
Sor Pilar y María, nuestra Coordinadora de Pastoral
Sor Pilar nos pide que vivamos como personas que están cerca de Jesús y que nuestras vidas sean reflejo de la presencia de Dios en nuestros corazones. Nos invita a reflexionar sobre nuestras vidas para valorar todo lo que tenemos, ella nos dice: “Apreciad y valorar todo lo que tenéis: comida, libros, escuela, padres; para que al final lleguéis a ser personas responsables”.
Sor Pilar
El testimonio de nuestra misionera puede ayudarnos a responder a una pregunta trascendental: ¿Qué quiere Dios de nosotros? Y para eso es fundamental, como nos dice ella, “escuchar a Jesús, tenemos que ser capaces de quitar el ruido para escucharle.” Porque Jesús nos habla continuamente desde nuestro corazón y desde la voz de las personas.
Sor Pilar junto a un grupo de alumnos de 6º de Primaria
La labor misionera es fundamental para el mundo, Sor Pilar nos recuerda que ese carisma puede y cambia el mundo. Por esa razón nos pide dos cosas: la primera es que recemos por todos los misioneros y misioneras para que sigan encontrando la fuerza de seguir a Jesús en la misión y la segunda es colaborar con las obras misioneras aportando nuestro granito de arena.
Sor Pilar junto a María, Coordinadora de Pastoral en la clase de 4ºESO
Gracias por ser la voz a los que no tienen voz. Gracias por tu entrega. Gracias por tu misión. Mil gracias, Sor Pilar. Te deseamos la mayor de las suertes y esperamos poder volver a verte pronto.
“Acordaos que lo más importante del día del DOMUND es encontrarse con Jesús, pedirle a Dios que nos ilumine, lo más importante es ser buenas personas.” Sor Pilar.
“¿Qué nuevo triunfo cantan hoy los cielos? ¿Qué nuevo aplauso los santos tributan? ¡La luz del Clero, el Padre de los Pobres brilla en la Gloria!”
Hoy, 27 de septiembre, la Familia Vicenciana se une a este himno para gritar al mundo una gigantesca acción de gracias a Dios por el testimonio de vida que nos ha dejado el gran santo de la misión y de la caridad.
Celebramos la festividad de San Vicente de Paul, nuestro patrono y nuestro guía. Un hombre que dedicó su vida a ayudar a los más necesitados y olvidados de la sociedad, los pobres. Su vida fue reflejo de Amor sin medida. Este curso, los centros de las Hijas de la Caridad tenemos como valor anual el Amor. Por eso, debemos tener aún más presente el mensaje que nos legó nuestro fundador y utilizarlo como faro.
El mundo puede sentirse orgulloso de tener como intercesor un santo como él. Un santo que como nos recuerda su himno, es proclamado por los pobres como “Padre y Amigo”.
Te damos gracias, San Vicente, por habernos dado un corazón que acoge a los demás. Te damos gracias por el don que nos regalas todos los días de formar hombres y mujeres desde la educación y la libertad. Te damos gracias porque tu testimonio de Fe nos permite tener como bandera el respeto, la caridad, el amor y la amistad.
Hoy la familia Vicenciana le pedimos que tome nuestras vidas y las haga de nuevo porque queremos ser un vaso nuevo. También le pedimos que nos de la limosna de su mirada y el coraje de atrevernos a mirar como él porque, si lo conseguimos, haremos de este mundo un lugar donde no habrá ni tristeza, ni lágrimas, ni dolor, ni injusticias; sino alegría, esperanza, tranquilidad y justicia.